Maniatada...Trastornada... loca encerrada en este habitáculo con otras locas. Deambulo por este espacio que dejó de ser espaciado en un tiempo a destiempo, y no entendí si era para defender a la sociedad de mi o al revés.
Quedé alienada en una silla de rincón con los músculos retorcidos, oprimidos y mis ojos que miraban de reojo delataron la ruptura con la realidad. Ni un movimiento, ni un indicio de nervio. Totalmente desconectada de la máquina-colectiva, desenchufada.
Fue el deseo inconsciente que hizo erupción después de estar años contenido en esta estructura corporal socializada. Quemaba la sangre, brotaban las yagas de ideas. Expectoraba pensamientos no instituidos, y en la mente, el conflicto. Elegí no callar, vomitar verborragicamente mi verdad.
El cuerpo: amarrado, obtuso.
La mente: se fuga pájaro.
El cuerpo: amarrado, obtuso.
La mente: se fuga pájaro.
(Dos libertades disociadas que no se hermanan en este cuarto de una silla y cuatro locas)